Pasó ante mí

Por diciembre 10, 2016Eventos

Proyecto Silves on trip , Carol Solar

Podría parecer, a priori, que abordar el tema de la caza de brujas supone rescatar -con morbo, fantasía o bien con afán de reivindicación feminista- una problemática que tuvo lugar hace cientos de años y que no afecta al presente en modo alguno. Sin embargo, los mecanismos de implantación colectiva del miedo, de sospecha y acusación al prójimo, de control, vigilancia y castigo, siempre han estado presentes. La violencia institucional justificada en la seguridad y ejercida gracias al miedo ha tomado a lo largo de los siglos muchas formas diferentes en función del colectivo al que se pretendiese combatir (los herejes, los judíos, los comunistas…) y, a día de hoy, tiene plena vigencia.

Tras haberse sumergido por largo tiempo en la lectura de autos de fe, documentos de la Santa Inquisición y tratados clásicos de persecución de la brujería como el Maellus Maleficarum, Carol Solar ha querido trabajar sobre este tema para poner de relieve, a través de un lenguaje visual aparentemente naïf, la perversidad con la que se instaura en las sociedades el odio y el castigo hacia aquellos individuos que contravienen los intereses del poder.

Cada una de las piezas que integran esta exposición alude a los mitos y rumores que circulaban acerca de las hechiceras: que el demonio les inoculaba el mal a través del ombligo, que les grababa un sapo en la pupila para identificarlas, que no se reflejaban en los espejos, que engañaban a los niños para llevarlos consigo o que eran impúdicas y lascivas son tan sólo algunos de ellos. Entre las obras que Solar aquí presenta tampoco faltan algunos gestos de complicidad y pequeños homenajes a tantas mujeres que fueron perseguidas y masacradas por pura calumnia: una escultura que reivindica el carácter inmortal del árbol de Benevento (bajo el cual, supuestamente, las brujas celebraban sus ritos hasta que la Iglesia lo eliminó) o diversas alusiones al genuino poder del aparato reproductor femenino.

Pasó ante mí -que es como se firmaban las actas notariales en las que se acusaba de brujería- apela a una reflexión sobre la credibilidad del testimonio de quien acusa, así como de sus posibles motivaciones y nefastas consecuencias. Recurriendo a un tema y a unas creencias que hoy parecen casi cómicas por lejanas y por su obvia falsedad, Solar trata de que el espectador se cuestione, a día de hoy, la veracidad de las convicciones que conducen al rechazo social de cierto tipo de personas. Se trata de meditar sobre los intereses que existen detrás de la calumnia y el miedo, para evitar que ambos allanen el terreno a la discriminación y la violencia de Estado.

Texto: Sofía Fernández Álvarez